Se cumple un año del acuerdo firmando en Rancagua, que significo bajar la huelga de hambre de los ex presos políticos. En Valparaíso la noche del 22 de mayo nos enterábamos de lo ya acordado en Rancagua, el cansancio y deterioro de algunos compañeros, implico aceptar lo que ya estaba resuelto.
Hoy seis compañeros han retomado el camino de lucha de la huelga de hambre, el gobierno jamás ha tenido la voluntad política, para dar cumplimiento a los tratados internacionales referidos a la reparación.
Cuando en agosto de 2003 el Presidente Ricardo Lagos anunció su propuesta de Derechos Humanos al país, entre las medidas adoptadas se contaba la entrega de una reparación pecuniaria simbólica y austera.
En ese entonces, desde la ANEXPP y desde La COORDINARA se llamaba a todos los ex presos políticos a movilizarse. El inmovilismo fue la contante y siempre en las calles, estaban presentes los mismo y el recto en sus casas. Otros como David Quintana, Pedro Muñoz criticaban a quienes se movilizaban. Algunos ex presos políticos llegados desde el exilio en México aplaudían a Lagos.
El tema de fondo la contante división y fragmentación de los ex presos políticos…en prisión las carretas fueron parte de esa realidad.
La Resolución 60/147 de la Asamblea General de la ONU, de marzo 2006, establece en sus principios 18, 19, 20, 21, 22 y 23 la reparación y precisan lo siguiente:
.- Conforme al derecho interno y al derecho internacional … se debería dar a las víctimas … de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, una reparación plena y efectiva, según se indica en los principios 19 a 23 en las formas siguientes: restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.
“La indemnización ha de concederse, de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, por todos los perjuicios económicamente evaluables que sean consecuencia de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos o de violaciones graves del derecho internacional humanitario.
En esa dirección la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura, que se encargaría de establecer el monto de la “reparación”, la instancia habría definido una base preliminar de indemnización para quienes fueron presos políticos. Una Unidad de Fomento (UF) por cada día de privación de libertad. Fue la propuesta que Lagos desestimo y sumado a los 50 años de impunidad.
La mesa de alto nivel fue parte de ese acuerdo, no existió un informe final por parte del gobierno. El partido socialista manejo políticamente las negociaciones.
La huelga de hambre permitió hacer visible las demandas de los ex presos políticos. Así mismo dejo al descubierto cierta ambiciones personalistas, que hoy pareciesen repetirse en quienes, buscan empoderarse como dirigentes.
El acuerdo firmado el 23 de mayo en Rancagua, nos hizo creer que se estaba negociando en forma seria con el gobierno. David Quintana descalifico a quienes manifestaron, que las negociaciones con el gobierno debían ser en Rancagua o en Valparaíso. Con la presencia de las bases y los medios de prensa.
Fue en Diciembre de 2014,que representantes de la Unión de ex presos políticos de Chile iniciaron, recordemos una huelga de hambre en Rancagua. Un movimiento que derivó en una reunión con la Ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón a esa fecha, aceptó instalar una mesa tripartita, en la que participaría el Gobierno, parlamentarios y representantes de la Unión de ex presos políticos. Sin embargo, con el correr del tiempo, esto no se cumplió. El gobierno enviaba intermediarios sin capacidad resolutiva.
Los ex presos políticos decidieron el 13 de abril de 2015 iniciar una huelga de hambre a lo largo del país, a la que se fueron plegando San Felipe, Osorno, Puerto Montt; Punta Arenas; Coyhaique; Concepción; Tomé; Chillán y Valparaíso el número de huelguistas sumó más de cien. A raíz de este movimiento, el Gobierno nuevamente intervino, se designó como interlocutores a Patricia Silva y Francisco Ugás. Quebrando a los movilizados al lograr dividirlos.
El rol de los operadores políticos fue exitoso al bajar la huelga de hambre, al llevarlos a sentarse en una mesa junto a otras organizaciones, que no habían participado de la huelga de hambre.
Las lecciones que se deberían aprender, de los errores cometidos por quienes creyeron en esos dirigentes y en ciertos funcionarios del Estado.
Una negociación jamás debe tener un solo vocero, para evita el personalismo y arrogarse una representatividad, con fines personales o partidarios.
Al momento de firmar un acuerdo con el gobierno, se debe dejar establecido el carácter resolutivo de una mesa de negociación.
Las condiciones y lugar de las negociaciones, deben privilegiar la participación de las bases, una mesa de negociación no entre cuatro paredes.
Para presidir una instancia de negociación, que sea un representante veedor internacional.
En esta lucha por la reparación integral, se debe buscar esa unidad por sobre las diferencias. Mostrar las fortalezas y no las debilidades. Integrando como observadores a representantes de organismos internacionales de DD.HH.